domingo, 23 de diciembre de 2012

Lucky Strike



Se enciende.
Resquebraja el papel que lo envuelve. Se siente nuevo. Reluciente. Sus primeros humos bailan en el aire. Luce orgulloso, su condición de recién prendido.
Se consume lentamente, fagocitándose, preso de nerviosas pitadas de sobremesa. Va perdiendo altanería hasta convertirse en colilla.
Ya inútil  es arrastrado a su vil muerte de cenicero. Tumba del prensado laborioso, que con Nobleza, Picardo le supo dar.
O en el peor de los casos, es arrojado, aun en brasas, a una tumba de asfalto. Se deja consumir por un viento veraniego. Con estertores escupe sus últimos humos, envuelto en la parca soledad de quedarse sin destino.
Fue cigarro arropado junto a 9 compañeros, en papel metalizado y box de colección. Recuerda melancólico ese noble pasado. Extraña aquel viejo confort.
Es pateado por extraños, ajenos a su frágil estado. Supo ser deseo de labios, y hoy no soporta ser objeto en extinción.

Finalmente es barrido por los dientes frios de un escobillón.

2 comentarios:

  1. Por eso entre todos, se van vengando de a poco, apoderandose de tus pulmones.

    Me gusto.
    Saludos!

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  2. Le pasa como le pasa a algunas vidas.....
    Abrazo!

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