miércoles, 27 de febrero de 2013

Pasa...


El viento...
Viento suave, veraniego.

El ruido...
Ruido a noche que se escapa por Boedo cuando la madrugada sorprende al pavimento.

Un hilo de luz que brota por la mañana...
Mañana de sol tímido, que juguetea con las horas que vendrán.

Lo que vendrá...
Ese misterio de tiza que se anuda junto al ombligo.

Un colectivo...
Un ensayo eléctrico...
Un silencio lleno de sonido...

Sonido de bandoneón poeta.
Lleno de fango, de tango...

El tango...
Melancolía dulce de aguijón plateado.

Las lagrimas.
Los besos.
Los abrazos.

Los asados.

Los desconocidos y sus pasos.

Los cafés, tan amigos del descanso.

Las letras.
Las palabras, su desorden.
Las horas, su desborde.
 
Las funciones. Los aplausos...
El teatro.


Todo eso anda pasando.
Pasa.

Mientras andamos ocupados en resolver grandes enigmas...
Pasa...
Como un río atolondrado.

Será cuestión de estar mojado.